La energía piramidal actúa sobe el sistema nervioso produciendo un efecto físico de tensioactivación sobre sus átomos y moléculas manteniendo a estos bien estructurados, haciendo que la energía electronerviosa, circule mucho mejor, evitando que se acumule la electrostática en las células que lo componen.
Electrostática: Parte de la física que trata de los fenómenos de la electricidad en equilibrio sobre los cuerpos electrizados.
Neuronas: células del sistema nervioso.
Desde un punto de vista fisiológico, si esta energía electrostática se almacena en las neuronas del sistema nervioso periférico puede llegar a producir tensión nerviosa (nerviosismo, histeria); pero cuando se acumula en el sistema nervioso central las consecuencias podrían ser mayores.
Todos los músculos de nuestro cuerpo están irrigados por terminaciones nerviosas del sistema nervioso periférico, por lo que existe una relación directa entre ambos. Por tanto, una mejor circulación de energía, reordenamiento y armonización celular de este sistema dará lugar a una profunda relajación muscular.
También se ha comprobado que dentro de una pirámide hay una mayor concentración de ondas alfa, (ondas de relajación) que influyen en todo este proceso.
Si durmiéramos en una cama piramidal, nuestras células nerviosas y musculares estarían más equilibradas. Circularía mejor la energía eléctrica por el sistema nervioso, liberando tensiones, descansando y durmiendo con más profundidad.
Por estas razones es tan efectiva para combatir la hipertensión, la ansiedad, la depresión, el agotamiento extremo, el insomnio, entre otras sintomatologías.
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